Hablando de... ¿casualidades?
Supongo que la vida está llena de casualidades, pequeñas, bonitas
y curiosas casualidades.
Aunque no os voy a mentir, no todas son así.
Desde mi punto de vista, existen dos tipos de casualidades,
las buenas y las malas.
Como en todo ¿no?
Supongo que de esa forma es la vida, con dos caras, la buena
y la mala. Todo ying, tiene su yang, toda luz, tiene su oscuridad. Pero no nos
desviemos del tema.
Casualidades, combinación de circunstancias que resultan
imposibles de anticipar y evitar. Aquello que ocurre por casualidad es
imprevisto y, por lo tanto, no puede sortearse.
Pensemos.
Según un gran número de personas, todo lo que nos pasa es
esta vida es por casualidad, pero si nosotros mismos somos los causantes de las
circunstancias que nos ocurren por nuestras decisiones tomadas, ¿estaríamos,
entonces, anticipando lo imposible? ¿Evitando lo inevitable? Tan solo párate un
segundo y analiza una respuesta. ¿Ya la tienes? Bueno, presta atención a lo que
viene ahora.
“Las casualidades no existen, sino más bien las
causalidades”.
En la mayor parte de los casos, no ocurren las cosas por
casualidad, sino porque algo hemos hecho para que ocurran, y éstas, entonces,
ocurren por “causa” de nuestro esfuerzo, nuestro aprendizaje y nuestra
búsqueda, o por todo lo contrario.
Tenemos todo bajo control, y sin embargo, en un momento
determinado, todo se viene abajo: una coincidencia insospechada aparece y nos
lleva a preguntarnos si no seremos marionetas en manos de un plan predefinido.
Soñamos con un acontecimiento y eso se convierte en realidad a la mañana
siguiente, pensamos en una persona y ésta reaparece en nuestra vida, escuchamos
la misma canción en varios ambientes después de años sin saber de ella. ¿Qué
ocurre?
¿Realmente es casualidad?
"El caos es el orden que todavía no
comprendemos" -Gregory Norris-Cervetto.
La mayoría de las
veces, cegados por nuestro egocentrismo, solemos preguntarnos por qué nos pasan las cosas, en
lugar de reflexionar acerca de para qué nos han ocurrido.
Preguntarnos por qué es completamente inútil. Fomenta que veamos la
situación como un problema y nos lleva a adoptar el papel de víctima y
sentirnos impotentes.
Por el contrario,
preguntarnos para qué nos permite ver esa misma situación como
una oportunidad. Y esta percepción lleva a entrenar el músculo de la
responsabilidad. Una actitud mucho más eficiente y constructiva. Favorece que
empecemos a intuir la oportunidad de aprendizaje subyacente a cualquier
experiencia, sea la que sea.
Si todavía no me entiendes, mejor hablemos de unos de mis
temas favoritos.
La Serendipia
¿Qué es una serendipia?
La serendipia es el
descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está
buscando otra cosa distinta.
Entonces, prácticamente, tenemos que estar en la búsqueda de
algo para encontrar o descubrir otra cosa completamente diferente ¿no?
Pues te diré un secreto.
La mayoría de las veces, ni estamos buscando.
Y con esto no quiero decir que no busques, ni te voy a
intentar convencer de que creas en las casualidades ni en la serendipia, nada
de eso.
En cambio, te voy a dar un consejo.
Vive, y sí, sé que va a sonar muy cliché y que posiblemente
sea algo que ya te han dicho muchas personas a lo largo de tu vida, pero en
serio, simplemente, vive. No estés buscando el motivo de por qué te suceden las cosas, como ya dije antes, pregúntate el para qué te han sucedido. No malgastes
tu vida en la búsqueda de algo, simplemente deja que lleguen, porque sí, todo
acaba llegando. No pienses demasiado, ¿qué más da si te equivocas? ¿Será acaso
el fin del mundo? Claro que no. Tropieza, cáete, pero siempre, siempre levántate.
Porque sí, tal vez todo lo que he dicho no sirva de nada,
tal vez este equivocada, tal vez todo en lo que pienso sea mentira.
Pero si hay algo en lo que estoy segura es en nosotros,
nosotros creamos nuestro destino, nosotros marcamos nuestras decisiones,
nosotros, nosotros somos la más bonita, la más bonita de todas las casualidades.
-Green